Dos días de experimentación, volcados en el proceso, sin obsesionarnos por los resultados, y es que pocas veces experimentamos el proceso por sí mismo, y resulta un ejercicio muy positivo para estimular nuestra creatividad.
La idea era conectarnos con nuestra parte más intuitiva y creativa. Iniciamos practicando el dibujo y los apuntes de naturaleza con un carboncillo artesano elaborado por Marc Ayats, con tronquitos de pino en una gasificadora ingeniada ad hoc. Los apuntes de naturaleza nos ayudan a practicar la memoria, la observación, la concentración y la velocidad.
Pero ¿Y qué tal dibujar una ramita de lavanda tirando mano sólo de nuestra memoria, o una piña sin mirar el papel o una caracola de mar con los ojos cerrados? Estos sencillos ejercicios estimulan el hemisferio derecho del cerebro, al que le gustar pensar holísticamente y relacionarlo todo, que se siente libre y seguro creando, que echa mano de la intuición y de los recuerdos, que es imaginativo, que no se presiona por el paso del tiempo, y que cuando algo es demasiado complejo para describirlo gesticula, como pintando en el aire, es el encargado de trabajar con las combinaciones de color y en fin, es bueno creando metáforas y nuevas combinaciones de ideas…. estuvimos poniéndole ejercicios en bandeja para que se pusiera en acción, y luego una bandada de pájaros cruzó veloz el aula, ya con la mano más suelta y el corazón más abierto, se tomaron bellos apuntes.
Continuamos atrapando texturas de la naturaleza con los frottages, a parte de ser un rico material plástico, la actividad resulta muy relajante y nos despierta ese instinto de recolectores, necesario en la exploración y experimentación artística.
El segundo día elaboramos nuestra propia pintura artesanal con pigmentos naturales a base de tierras y óxidos, y como aglutinante extrajimos el mucílago de la chumbera (Opuntia Ficus-indica). Y ya veis que maravillosos colores y que gran creatividad se despertó. Intentamos imprimirle a nuestras pinceladas, la esencia de los elementos que queríamos pintar (agua, aire, roca, tierra, vegetación…). Y finalmente reuniendo con collage todo lo experimentado, ilustramos hermosos haikus. Reflexionamos juntos sobre el espacio negativo en el arte, el espacio vacio, y el horror vacui y cuando saber qué una pieza está finalizada. Creo que aprendimos, nos implicamos, lo pasamos bien y lo más importante, al final del taller pude ver ojitos brillantes! Gracias por vuestro trabajo!
A lo largo del proceso palpamos como las artes plásticas son un canal excelente para conocer mejor nuestro medio natural, nos proporciona materiales y recursos y es fuente de inspiración.
Formación de profesorado, Cole Mestre Colom de Bunyola.
Las técnicas de creatividad y aprendizaje artístico son válidas para el ámbito docente y para otros ámbitos en los que se requiera resolución creativa de problemas, familiar, empresarial, institucional, vecinal